Domingo de la Divina Misericordia
27 de abril - Horario regular de la Misa Dominical
2 p.m. Coronilla de la Divina Misericordia y Bendición con el Santísimo Sacramento
Nuestro Señor reveló a Santa Faustina su deseo de colmarnos de gracias en este día.
Se concede indulgencia plenaria el Domingo de la Divina Misericordia, bajo las condiciones de la confesión sacramental, la comunión eucarística y la oración por las intenciones del Papa, a quienes, en cualquier capilla, con un espíritu completamente desprendido del afecto por un pecado, incluso venial, participen en las oraciones y devociones celebradas en honor a la Divina Misericordia, o quienes, en presencia del Santísimo Sacramento expuesto o reservado en el sagrario, recen el Padrenuestro y el Credo, añadiendo una oración devota al Señor Jesús misericordioso (por ejemplo: «¡Jesús misericordioso, en Ti confío!»).
La indulgencia es la remisión de la pena temporal debida a los pecados ya perdonados mediante el sacramento de la confesión. Las indulgencias plenarias van más allá de las remisiones parciales y ofrecen una purificación completa, borrando todo castigo temporal por los pecados pasados, haciendo el alma tan pura como un infante recién bautizado.